A jugar limpio en toda la extensión de la palabra

Con la sesión solemne de inicio del proceso electoral que celebraron las y los integrantes del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), se dio de manera formal el banderazo de salida a la elección de 75 diputados (45 de mayoría relativa y 30 de representación proporcional) y de integrantes de los 125 ayuntamientos mexiquenses.

Cada elección por sí misma es histórica; se trata de la decisión popular para decidir quiénes serán sus autoridades más cercanas como lo es en los casos de los ayuntamientos y sus representantes en la Cámara de Diputados; además este año en el Estado de México los comicios serán concurrentes con el proceso federal para elegir diputados federales al Congreso de la Unión, lo que eleva el número de posiciones políticas en juego.

Pero esta elección tiene varios ingredientes que le dan una dimensión nunca antes vista.

Sin duda el principal elemento que la hará diferente es el tema sanitario, con un escenario nacional con cerca de 130 mil mexicanos muertos a consecuencia de la pandemia por Covid-19; varias entidades federativas, entre ellas el Estado de México en Semáforo Epidemiológico Rojo y un proceso de vacunación incierto, en donde abundan más las preguntas que las respuestas.

Por ello, el tema del Covid-19 fue una constante en las intervenciones de las y el consejero electoral durante el desarrollo de la sesión solemne de inicio.
Y es que a la certeza, legalidad y transparencia que deben regir el proceso, se suma ahora un elemento nuevo: garantizar las condiciones de salud suficientes en dos vertientes: para quienes organizan el proceso electoral como lo son los funcionarios de las mesas de casilla; y para quienes acudirán a votar el día de las elecciones.

Sería interesante revisar los esquemas aplicados el año pasado en dos procesos electorales, el de Coahuila e Hidalgo que tuvieron que postergar su fecha de realización al 18 de octubre, precisamente por las condiciones de la pandemia.

Por primera ocasión, se destinaron recursos para que los funcionarios de casilla pudieran contar con caretas protectoras; que se dotará de suficiente gel antibacterial y se colocarán líneas para marcar sana distancia en las mesas de votación.

Pero además otro ejercicio que también debe ser analizado y que se utilizó en esos procesos, es el de la implementación de urnas electrónicas; en ambas entidades se realizaron pruebas piloto para el voto electrónico.
Sería valioso conocer esas experiencias.

Como se puede ver el reto para la autoridad electoral es enorme y merece todo el apoyo de quienes juegan en el proceso: los partidos políticos y también la propia ciudadanía que debe hacer suya esta elección y lograr una participación copiosa.

Veremos si los partidos políticos se pueden adaptar a estas nuevas circunstancias en el ámbito de la organización y en la forma de comunicar en sus campañas porque sin duda tendrán que recurrir a nuevas estrategias ante un escenario incierto obligado así por la pandemia.

También será interesante conocer las plataformas electorales de los partidos o eventuales coaliciones y cómo priorizan ahora el tema de la salud; que estoy cierto será la base para las propuestas que harán en campaña.

Desde este espacio el mejor de los augurios para las consejeras Laura Daniella Durán Ceja; Sandra López Bringas; Paula Melgarejo Salgado; Patricia Lozano Sanabria e Ivonne Vaquera Montoya, así como para el consejero Francisco Bello Corona y al experimentado secretario Ejecutivo Francisco Javier López Corral.

Si le va bien al árbitro, seguramente tendremos un buen juego democrático a la altura de lo que merece el Estado de México, la entidad con el mayor número de ciudadanos inscritos en la lista nominal: 12.2 millones de mexiquenses.

A jugar limpio…en toda la extensión de la palabra.

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