ISEM identifica riesgos en uso de herbolaria en embarazadas en Edomex
se recomendó a las mujeres que estén en esta situación no usarlas
El uso de herbolaria en embarazadas puede representar un riesgo para la salud de la madre y el bebé al no conocer los efectos que pueden tener o las porciones recomendadas para no afectar el embarazo.
De acuerdo a la Secretaría de Salud del Estado de México, se ha identificado que en la entidad existen pueblos indígenas que consumen hierbas e infusiones medicinales que pueden ser peligrosas para quienes la usen durante el embarazo, principalmente si no se tiene un acompañamiento seguro.
Por lo anterior, se recomendó a las mujeres que estén en esta situación no usarlas y acudir a consulta mensualmente para un seguimiento oportuno, ya que pueden ocasionar contracciones fuertes y continuas o incluso el desprendimiento de la placenta.
Con conocimiento la herbolaria puede ser beneficiosa
De acuerdo al gobierno federal, la medicina tradicional es reconocida dentro de las sociedades al igual que los beneficios que trae consigo, sus usos se han extendido y han adquirido popularidad entre las nuevas generaciones.
Dentro de las comunidades indígenas la medicina tradicional es el único recurso del que disponen, en el país hay cerca de 3 mil 352 especies de uso medicinal registradas en el herbario medicinal (IMSS) y se estima que pueda ascender a 4 mil 500 o 5 mil tomando en cuenta familia, género y especie de cada planta.
Uso de herbolaria en embarazadas
En lo que respecta al Edomex, lo practican las cumturas mazahua, otomí, nahua, tlahuica y matlatzinca, lo que mantiene su eficacia y legitimidad social en un amplio sector de la población que aplica diversas técnicas para aprovechar los recursos naturales originarios de otras culturas.
De ella surgen terapeutas tradicionales, personas que producen, mantienen, renuevan, exponen y analizan los componentes espirituales y materiales del ritual de curación, llamados curanderos, rezanderos, hierberos, parteras o comadronas, quienes dividen las enfermedades en dos grupos: las naturales y las sobrenaturales; las primeras son producto de fenómenos de la naturaleza tales como el viento, el frío, el polvo, la lluvia, el sol o ciertos alimentos que producen un mal y las últimas se encuentran relacionadas con hechos mágicos o de hechicería, según informa el CEDIPIEM.
SPM
