Mujeres de Protección Civil y Bomberos de Amecameca son referente de valor a pesar de los riesgos
Vanellope, desde los 18 años trabaja como voluntaria y no se atemoriza ante ningún siniestro
A sus escasos 22 años, Emily Elizabeth Ramos es orgullo de la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Amecameca.
Pues desde los 18 años trabaja como voluntaria y no se atemoriza ante ningún siniestro.
“Vanellope” como le dicen sus compañeras y compañeros de la corporación es igual de inquieta que el personaje de la película y también la más pequeña de edad en el servicio.
Le entra al trabajo como cualquier otro a la hora de atender una llamada de auxilio y ni los más de 20 kilos que pesa el equipo la detienen.
Reconocen a mujeres de Protección Civil y Bomberos de Amecameca
Al preguntarle porque labora en un oficio tan peligroso, Emily destacó que el valor y la vocación de servir a los demás lo tiene en la sangre, pues su papá y su mamá son también paramédicos y bomberos.
Y desde que tiene uso de razón, las pláticas familiares eran siempre de incendios, accidentes y atención prehospitalaria.
“Por eso me decidí a estudiar como Técnico en Enfermería y espero pronto lograr certificarme como paramédico en la Escuela Nacional de Protección Civil como Técnico Básico de Gestión Integral de Riesgos”, dice con orgullo.
La adrenalina de estar frente a un incendio o un accidente la hacen olvidar el miedo que normalmente tendría una joven de su edad, pero a ella esa energía la impulsa a actuar a pesar del peligro en el que pudiera estar.
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Recuerda que siendo muy pequeña vivió un incendio en una fábrica y vio cómo las llamas se extendían por el pastizal y amenazaban con alcanzar unas viviendas.
Pero contrario a lo que cualquier civil haría, tomo unas ramas y comenzó a golpear la yerba seca para tratar de sofocar el fuego.
Poco pudo hacer por su corta edad y porque los bomberos la retiraron, pero ese hecho la dejó marcada.
Y por la experiencia de sus padres decidió estudiar enfermería para entrar como rescatista a Protección Civil, donde ha tenido que aprender técnicas de apagafuegos.
Destacan el valor y la vocación de servir a los demás
Su primer acto heroico, aunque parezca una leyenda urbana, fue rescatar un gatito que trepó a un árbol de 10 metros de altura.
“llegamos a petición del dueño de la mascota y mi jefe quien decide la estrategia me dijo que me subiera a bajarlo”.
«Estamos preparados para cualquier situación porque constantemente recibimos capacitación, y como mujeres, no tenemos ningún privilegio, laboramos al parejo de los hombres”:
Aunque en este momento solo es voluntaria, lo cual es además meritorio porque lo hace por servir.
Emily “Vanellope”, desea seguirse preparandose y escalar puestos hasta convertirse en jefa de bomberos, coordinadora de PC o cualquier otra responsabilidad.
SPM