Caminante

Desde mi lap

“Caminante son tus huellas del camino y nada más

caminante no hay camino, se hace camino al andar”

No bueno, que canción de mis épocas preparatorianas, cuando lo único importante es cambiar el mundo. He de decir que yo no era del tipo bohemio, es más, ese tema de Joan Manuel Serrat me caía mal, pero visto a la distancia finalmente nos encajo a toda una generación.


Pues la canción me vino a la mente al platicar con el presidente del poder judicial del Estado de México, magistrado Ricardo Sodi Cuellar, quien a las calladitas ya va a cumplir el primer año de su gestión.

Mucho que platicar de lo hecho, pero más interesante lo que viene:
“al andar se hace el camino y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar,
caminante no hay camino sino estelas en la mar”


Me platicó que en un par de semanas, a petición de diferentes cámaras empresariales, echará a andar el observatorio ciudadano, primero en su tipo para vigilar de cerca la actuación de jueces y otros integrantes del poder judicial para poner la casa en orden y dar puntual seguimiento a las denuncias, investigar posibles casos de corrupción y, en su caso, sancionarlos como es debido. Justa demanda atendida.


En la charla le preguntó que tan cierta era la leyenda urbana, acerca de familias judiciales y me dijo: “eso no es leyenda”, hay lugares donde el juez, secretarios y demás puestos de un juzgado o grupo de juzgados, están relacionados entre sí: tíos, primos, hermanos, nueras, yernos, ahora todos los puestos se concursan, se acabaron los dedazos, concluyó Don Ricardo.

Pues ahí va el caminante haciendo camino.

De liderazgo


El tiempo siempre es el mayor sacrificio al que se enfrenta un líder y es un sacrificio de todos los días, por eso se vuelve tan doloroso, no es la promesa de hacer algo, es el irremediable proceso de quitarle horas, minutos y segundos a una actividad de la cuál ya sabemos los resultados, para ponerlo en otra, que de entrada no sabemos lo que nos aportará, eso duele.


A quien duda del valor del sacrificio en aras de una vida como líder y lo que ello significa, le puedo decir, en base a la experiencia propia, que la recompensa es mayor al dolor soportado. Un líder se sacrifica.


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Abrazos, ¡todos!