Candidaturas independientes: renovarse o morir

Observatorio electoral

Las candidaturas independientes son una vieja aspiración ciudadana, que ha buscado acabar con el monopolio de la representación política en manos de los partidos. Son una respuesta a la demanda ciudadana de conquistar cargos de elección popular sin pasar por el filtro de los partidos, siempre celosos de que sean sus militantes quienes accedan a ellos.

Las candidaturas independientes son una ampliación de los derechos políticos de la ciudadanía, para acrecentar sus posibilidades de acceso al poder por otra vía. Esta figura jurídica fue pensada por el legislador como una alternativa a las candidaturas partidistas, que durante muchos años concentraron los cargos políticos. Aunque la concreción de esta opción no ha sido fácil, con la reforma electoral de 2014 se abrió esta posibilidad; se generaron expectativas de que la ciudadanía apartidista podría conseguir cargos de representación popular y de gobierno.

En nuestro estado, 43 personas lograron su registro como aspirantes a candidaturas independientes: 35 desean integrar los ayuntamientos y 8 quieren una diputación local. Para lograr la candidatura tendrán que obtener el respaldo de tres por ciento o más de los registrados en la lista nominal de electores, del municipio o distrito que aspiran a gobernar o representar.

La cifra varía en cada distrito, pero sobre todo en cada municipio. Así, mientras que en Temamatla se requieren solo 317 firmas de respaldo ciudadano, en Ecatepec son necesarias 37, 622, número de votos que no consiguieron el Verde, Movimiento Ciudadano o Vía radical en 2018. Tal vez por esta razón la aspirante renunció, junto con los de Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Nicolás Romero y Tepotzotlán. También declinaron dos aspirantes a diputaciones en distritos de Nezahualcóyotl.

Como se puede apreciar, en caso de reunir las firmas de respaldo, apenas habría candidaturas independientes en 24 por ciento de los 125 municipios y en solo 13 por ciento de los 45 distritos electorales. Estos números reflejan los graves obstáculos que deben superar quienes desean obtener un cargo de gobierno o de representación popular por esa vía y las escasas posibilidades que se tienen de conseguirlo a través de este camino.

El reto que tienen los aspirantes a candidatos independientes es enorme. Tendrán que trabajar intensamente con la ciudadanía que tradicionalmente se abstiene o es indecisa. Difícilmente conseguirán el apoyo de los electores fieles a los partidos políticos, pero si realizan acciones innovadoras podrán obtener más adherentes a sus candidaturas. Si desean conseguir el respaldo mínimo es importante la frescura de su programa de trabajo o de sus ideas, para atraer potenciales electores.

Aunque los resultados electorales han demostrado que ha sido posible acceder al poder político por esta vía, en otros lugares del país, en nuestro estado aún no se ha obtenido la victoria de alguien que haya competido de forma independiente. Por ello es fundamental realizar un trabajo intenso que convierta a las candidaturas independientes en opciones viables para la ciudadanía. En caso contrario, una vez más, su presencia solo será parte de la escenografía electoral.

Lo cierto es que las candidaturas independientes no han logrado convertirse en caminos para llegar al poder, hasta ahora. Las condiciones impuestas por la legislación electoral hace muy complicado registrarlas y competir con las maquinarias partidarias. Habrá que repensarlas para que no mueran.