Una guerra de harina causa daño a casas, vehículos y hiere a motociclista

Un motociclista atropellado y daños en varios vehículos y casas fue el saldo de la guerra de harina en Chimalhuacán

Un motociclista atropellado y daños en varios vehículos y casas fue el saldo de una guerra de harina y huevo que forma parte del festejo tradicional de “la octava de San Pablo” en el municipio de Chimalhuacán.

Sin que las autoridades respondieron a los llamados de auxilio argumentando que “es una tradición del pueblo”.

El festejo en cuestión se conoce popularmente como “la harinada” y consiste en aventarse harina de trigo y huevos entre los participantes.

Sin embargo, la actividad terminó en el caos luego de que los habitantes perdieran el control y tapizaran las calles con la mezcolanza de productos.

La tradicional guerra de harina

En un video que circula en redes sociales, es posible observar cómo un motociclista aparece en una calle cuando se está desarrollando “la harinada”. 

El piso cubierto de polvo blanco no fue suficiente advertencia para que el conductor diera media vuelta por lo que decidió avanzar por la vialidad intentando huir del lugar siendo víctima de la agresión de quienes participaban del evento.

En un primer avance, el motociclista recorre algunos metros esquivando personas y recibiendo a su paso puñados de harina que son lanzados directamente a su cara, los participantes de la actividad lograron cerrarle el paso y lo rodean sin dejar de lanzarle harina y huevos, ya por todo el cuerpo.

Después de ser agredido por el tumulto, el motociclista logra escapar de quienes lo tenían rodeado y emprende la huida.

Con la visión reducida por la agresión de harina, no logra observar una camioneta de carga que viene por otra calle y que también está tratando de escapar de la agresión.

El chófer de la unidad embistió la motocicleta que cae al suelo, mientras el conductor salta de ella para ponerse a salvo entre la misma gente que, segundos antes, lo había atacado.

Regresa a ver lo que queda de su motocicleta al tiempo que la camioneta emprende la fuga.

Al final, varios vehículos sufrieron diversos daños que iban desde plastas de harina y huevo imposibles de retirar de parabrisas y cristales.

Hasta rayones y automóviles vandalizados a los que les arrancaron manijas y espejos, además de casas cuyas fachadas también fueron afectadas.

Pese a las llamadas de auxilio de los vecinos hacia las autoridades locales de seguridad.

La respuesta recibida fue simplemente que se trata de una tradición del pueblo y que nada se podía hacer.