Código Rojo

Diálogo en silencio

Cuando se escucha hablar a líderes mundiales sobre el “Código Rojo” al referirse a las amenazas que conlleva el cambio climático, la situación preocupa y debería ser una alerta para aplicar desde nuestro entorno inmediato acciones que contrarresten los daños al medio ambiente.

El presidente de Estados Unidos Joe Biden recorrió zonas afectadas por el Huracán Ida en Nueva York y New Jersey. Ahí expresó que el mundo enfrenta un “Código Rojo” sobre el tema del cambio climático y fue enfático al advertir que su nación y el mundo están en peligro; no es una exageración, es un hecho, sentenció.

Hace menos de un mes, el secretario general de la ONU António Guterres también encendió la alerta al expresar que el nuevo informe sobre el clima es un “Código Rojo” para la humanidad y lamentó que falte solidaridad y valor para actuar.

En el artículo de la Gaceta de la UNAM “Código Rojo por Cambio Climático” el especialista Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la máxima casa de estudios señala que la realidad se impone y se empiezan a ver eventos naturales que sucedían cada mil años, como el domo de calor en Canadá o las inundaciones en Alemania en China.

El problema es que ocurre con mayor frecuencia y en todas las regiones del planeta. Sus efectos son advertidos: como ocurre con las inundaciones.

En ese mismo artículo Cecilia Conde Álvarez, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera propone que en países en vías de desarrollo como México será necesario reforzar el servicio meteorológico y los sistemas de alerta temprana, “porque a la gente le empezarán a ocurrir cosas que no espera, eventos extremos”, como aumentos de la severidad de las sequías y de las inundaciones, por ejemplo.

El artículo se publicó el 12 de agosto con esa sugerencia a manera de advertencia y menos de un mes después la realidad comprueba el punto de vista de los científicos. Las lluvias abundantes en puntos como Ecatepec en el Estado de México o en Tula, Hidalgo, son la muestra más clara de esos efectos adversos de la naturaleza.

El rostro de la tragedia es impactante con patrimonios perdidos en unos minutos a consecuencia de las inundaciones. Pero no sólo es lo material; con el paso de las horas y el lento desfogue del agua vendrán temas sanitarios.

Hay que tomar en serio al cambio climático y emprender acciones individuales y de gobierno del nivel que sea porque todo suma.

Las alertas que lanzan líderes mundiales deben sacudir conciencias y llevarnos a la acción para irnos adaptando a esa realidad.

Una de las últimas llamadas para impedir un aumento incontrolado de las temperaturas, tendrá lugar del 31 de octubre al 12 de noviembre en Glasgow, Reino Unido, en donde se reunirán dirigentes de 196 países, empresas y expertos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).

Estaremos atentos.

@periodistamex