Covid-19: dos años… y contando
Conversando
El primer caso registrado de Covid en México se informó el 27 de febrero de 2020, un hombre de 35 años con síntomas leves de gripa, sin embargo, en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos refirieron que se trataba del temido Covid-19, por lo que la diseminación del virus en el país era sólo cosa de tiempo.
Así sucedió y a dos años de distancia tenemos en México más de 331 mil defunciones confirmadas por la enfermedad, más de 5 veces más el escenario catastrófico visualizado por el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, que era de 60 mil muertes en el país por el virus.
Cada quién puede tener sus propias conclusiones de si esta pandemia ha sido bien manejada por las autoridades mexicanas, e incluso la historia se encargará de juzgar a los servidores públicos en turno, pero es importante señalar las secuelas que la pandemia está dejando en cada uno de los habitantes de este mundo.
Especialistas señalan que pudiera estar cerca el manejo de esta pandemia como una endemia, lo que significa que la enfermedad sería tratada como de aparición constante en un área geográfica o grupo de población, aunque también puede referirse a una alta prevalencia crónica de una enfermedad en dicha área o grupo.
¿Eso puede ser una buena noticia? Probablemente sí, pero también sería la confirmación de que el mundo que conocimos antes de la pandemia nunca regresará. Y es que lo que ello significa es que la enfermedad seguirá entre nosotros, acechante y como un verdugo silencioso.
Eso, si es que no se desarrollan nuevas variantes más letales o contagiosas, lo que tampoco puede ser descartado por la ciencia mientras sigan existiendo seres humanos que no estén vacunados. Es por ello que de allí surge la urgencia de extender la vacunación a toda la población del mundo.
En México, por ejemplo, hay aproximadamente 85 millones de personas vacunadas, y el porcentaje de la población con el cuadro completo de vacunas es de 61.62%, de una población total de 126 millones 14 mil 24 personas al corte del censo 2020 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Es claro que en México aún falta mucho por hacer, pues incluso los menores de 12 años aún no están siendo vacunados, pero el tema de la falta de una inoculación efectiva no es un tema exclusivo de nuestro país.
Ahora bien, independientemente de si la pandemia comienza a ser tratada como una endemia, queda aún por resolver el tema de las secuelas sociales que está pandemia está dejando y que aún no son plenamente identificables.
Para la Unesco, particularmente resultan preocupantes las medidas que, justificándose en la pandemia, generan mayor desigualdad social o que, en el campo laboral, afianzan y profundizan la informalidad y la pérdida de derechos laborales.
En el campo psicológico, además de las depresiones y demás padecimientos consecuentes de un confinamiento, también la Unesco detecta retos en materia educativa, pues resulta un aspecto crítico en el ámbito psicológico, donde se producen impactos en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, así como para los docentes por lo que implica mantener la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Como mencionamos anteriormente, a dos años de distancia es difícil aún tratar de predecir los que sucederá con este virus, no sabemos aún si habrá más variantes, si pueda convertirse en una endemia, ni a ciencia cierta las secuelas físicas y psicológicas que pueda acarrear, lo que sí sabemos es que tenemos que cuidarnos y pensar que el mundo ya no será el mismo, pero nuestra capacidad de resiliencia será la que termine por sacarnos adelante.
Twitter: @campudia