Daniella Durán: tiempo y esfuerzo la llevaron a presidencia del IEEM

Se considera una mujer seria, sonriente, tímida y “muy ñoña”; le encanta sumergirse en los libros, que ha dejado por falta de tiempo

Su incursión en el servicio público electoral lo califica ella como “un golpe de suerte”; en la actualidad, Daniella Durán Ceja es presidenta del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM). 

A su carrera le ha invertido tiempo, esfuerzo, dedicación y le ha robado un poco a su vida personal.

Como la decisión de postergar la maternidad. 

Abogada de profesión, reconoció que no quería estudiar Derecho, porque su primera opción fue una ingeniería en robótica o algo ligado a la diplomacia. Quería elegir una carrera alejada de sus padres que están inmersos en la carrera judicial.

Daniella Durán una mujer con historia

Desde niña le gustaba la materia electoral, pero en ese entonces no entendía que la política no necesariamente es estar en un puesto de elección.

Deseaba ser autoridad y formarse en el servicio público, pero siempre decía que no quería ser política. 

«Mis papás vienen de carrera judicial de toda la vida y me meto a estudiar derecho, ni modo, digo ni modo, porque no creía en ello, decía, tengo que hacer algo distinto a ellos y después me di cuenta que fue la mejor decisión de mi vida, y cuando vienen en cascada diplomados y cursos, los empecé a tomar y me dije: a esto me quiero dedicar», comentó.

La primera vez que quedó impactada fue cuando, tras ser admitida a trabajar, vio el Pleno de la Sala Regional Toluca y a su jefa, ahí descubrió que a eso se quería dedicar toda la vida y empezó a hacer carrera en el servicio público electoral. 

Se considera una mujer seria, sonriente, tímida y “muy ñoña”, que le encanta sumergirse en los libros, actividad que ha dejado por falta de tiempo.

Además, siente que es un alma libre, apasionada con su trabajo y su profesión, a la que se ha dedicado el 100 por ciento de su tiempo. 

Dificultades de género

Para la consejera electoral estatal nacer mujer ya es una dificultad, pero no se imagina estar en el otro género. Asegura que las mujeres tienen una doble responsabilidad, pues siempre se les exige ser la mejor en cualquier ámbito desde niña. 

Durán admite que no entraba en los estándares que se pedían a las mujeres de ir con la ropa perfecta y cabello bien peinado o planchado, sino lo contrario, a veces le decían ¿qué, te revuelcas en el piso?

«Decía en una conferencia, si no te planchas el cabello y no tienes maquillaje perfecto, hace años parecía que no eras una mujer que valiera 100 por ciento la pena, porque las mujeres tenían que andar con el vestido precioso, planchado, el cabello bien peinado, yo no era si, al contrario», compartió.

Recuerda que a veces era cuestionada sobre el por qué no se había peinado o por qué no se había maquillado lo suficiente, cuando a los hombres no se les trata de la misma manera y ni se les pregunta por la vestimenta o la apariencia. 

En vez de sentirlo como una agresión o como falta de empatía o sororidad,  fue un reto demostrar quién era Daniella, era una persona que tenía que destacar por su trabajo y conocimientos. 

Sacrificios personales

Para ser una profesionista destacada, acepta que ha tenido que hacer varios sacrificios, uno de ellos es que ha tenido que dejar de lado su vida, su familia, los amigos y dejar pasar fechas importantes como cumpleaños o el 10 de mayo. 

Junto a su esposo tomaron la determinación de no tener hijos, aunque en su trabajo encontró una gran familia.

Al final reflexiona y dice que no es haber sacrificado la maternidad, sino que solo le robó un poco de tiempo para hacer lo que le gusta. 

Presidencia del IEEM

Cuestionada sobre cómo se siente ser la segunda mujer en dirigir el órgano electoral estatal, refiere que es sólo una simple consejera electoral, pues su paso por la presidencia sólo es provisional y no hizo concurso para ello.

Recuerda que su incursión se deriva de la muerte, en pleno día de Nochebuena de 2020, de Pedro Zamudio Godínez, y cuando decidieron ponerla como presidenta provisional, pensó que sólo sería una semana, además tuvo sentimientos encontrados. 

Parte de sus funciones es atender a los medios de comunicación, algo que le aterra, pues sólo disfruta de leer libros y hacer su trabajo. Pero ni siquiera lo pensó, pues la meta, con el proceso electoral iniciado, era jalar la carreta entre todos.

Ese periodo fue de caras tristes en el IEEM, no sólo por la pérdida del presidente a causa de Covid-19, sino porque muchos trabajadores habían sido víctimas del virus.

Valora que el mérito de haber sacado adelante el proceso electoral no es de Daniella, sino de todo el Instituto que mostró garra de dónde pudo y con lo que pudo a pesar de las circunstancias. 

Aunque lleva ya más de un año en el cargo de manera provisional, comentó que está a la espera de que haya un proceso y se pueda elegir a una mujer, que esa sí será la segunda presidenta formal del IEEM. 

Sobre el futuro, comentó que se ve ya muy viejita y hasta el último día de su vida trabajando.

No quiere jubilarse, al saber que nació para servir y esa es su pasión, aunque sea con un bastón pero estará vigente hasta el final. 

De momento, ya con una maestría, un máster y un doctorado en derecho procesal y derecho internacional, busca hacer otro doctorado para el que ya se prepara y aprende otro idioma que le facilitará el aprendizaje.

SPM