Demandas del sector obrero, olvidadas por las elecciones

Los diputados y políticos están más preocupados por las elecciones, que por los problemas económicos, inflación, mala alimentación, salud e inseguridad que enfrentan los 8 millones de trabajadores en el Estado de México, así lo reprocha el sector obrero, al lamentar que su poder adquisitivo se ha pulverizado con los años y que no hay políticas públicas que realmente subsanen sus carencias.

Cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) revelan que en la entidad solo un millón 700 mil trabajadores tienen prestaciones de ley y los 6 millones 300 mil restantes no tienen siquiera seguridad social.

Esta problemática fue reconocida por la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México (CCE), Laura González, quien destacó que la mayoría de los asalariados están en las micro y pequeñas empresas, dónde carecen de prestaciones laborales y se les considera dentro de la economía informal.

Jorge Díaz Galindo Hurtado, médico especialista en Salud del Trabajo, que preside la Asociación Nacional para la Promoción, Atención y Defensa de los usuarios de la Segundad Social señaló que es preocupante la situación que sufre el sector obrero y “lo lamentable, es que a pocos les importa el presente y el futuro de los trabajadores”.

“Solo queda en la historia aquellas luchas del 1 de mayo de 1886, cuando empezó la Huelga General en Estados Unidos por la reivindicación laboral, donde sindicatos y partidos obreros de todo el mundo celebran mítines y manifestaciones, por la jornada laboral de 8 horas diarias y de algunos otros beneficios”, señaló.

Actualmente, este sector enfrenta la pérdida del poder adquisitivo, que es de 70 por ciento en los últimos 70 años. Aunque organizaciones como la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), que preside Jesús Peza, señaló que la pérdida del salario es de 89 por ciento, porque al trabajador solo le alcanza para lo más elemental.

Además, en la zona libre, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos dice que se ha recuperado hasta en un 130 por ciento del poder adquisitivo. Sin embargo, existen regiones y zonas dónde la inflación tiene más que en otros lados y ha afectado principalmente, lo que es el costo de la canasta alimentaria.

En este año, el salario se incrementó en 20 por ciento, para quedar en 207 pesos por día.

Lamentablemente, explicó Jorge Díaz Galindo, la inflación es el impuesto más lesivo para la economía de los que menos tienen. En el 2022 subió en 7.8 por ciento.

“No es lo mismo que una persona que tiene un ingreso mensual de 15 mil 300 pesos, la inflación le va a pegar mucho menos que aquella persona que está ganando 7 mil pesos al mes, como salario mínimo”.

Está ponderación en los ingresos del salario, explicó, es lo que hace difícil creer en

la recuperación, pero como todos los estudios estadísticos se tiene que basar en una media, esa es la versión oficial.

Del millón 700 mil trabajadores registrados en el IMSS en el Estado de México; millón y medio ganan salario mínimo, lo que representa 207 pesos diarios.

Hay otro sector que gana en promedio el salario base de cotización del IMSS, que es de 15 mil 300 y si se divide entre 30.4, nos da un salario base de cotización de 503 pesos diarios.

“La mayor parte de la población con un salario de 7 mil pesos, su percepción es que no les alcanza, porque una torta le cuesta de 30 a 50 pesos y un refresco cuesta 15 pesos. El transporte tiene un costo mínimo de 40 pesos de ida y vuelta, o hasta 80 pesos, de acuerdo a la distancia. Con esos precios no le alcanza al trabajador para cubrir sus gastos”.

El salario incrementó en términos porcentuales, se tiene una recuperación de 90 por ciento, en base a la pérdida del poder adquisitivo de hace 6 a 7 años.

“La realidad es que con una inflación que no tiene nada que ver con el 7 por ciento, una inflación de la canasta alimentaría que está rayando en 15 por ciento en sus aumentos, obviamente, la capacidad adquisitiva se viene para abajo”.

Estudios del sector obrero destacan que de un peso que gana el trabajador, el 60 o el 70 por ciento se va en la alimentación o transporte. La cultura y la recreación quedan descartadas.

«De ese dinero, si eres asalariado, lo tienes que dividir en la alimentación, por lo que te viene tocando en la alimentación menos proteínas, predominan los carbohidratos y las grasas», lamentó el especialista.

Josefina, sufre los embates de la economía 

Josefina Juárez Cervantes, obrera, ama de casa y madre de dos pequeños, de 6 y 9 años, vive en Naucalpan y gana 7 mil pesos al mes como obrera. Lamenta que el dinero no le alcanza para nada.

Su salario lo tiene que distribuir porque, de no invertirlo bien, se queda sin comer de dos a tres días, por lo que tendría que pedir prestado.

Cada que le llega su quincena tiene que separar la renta, pues le sale de 3 mil 500 a 4 mil 500 vivir en Ahuizotla, pero no puede encontrar una vivienda más barata que cubra medianamente sus necesidades.

A nivel global, uno de los principales factores de la desigualdad es la brecha salarial: las mujeres ganan 23 por ciento menos que los hombres, alentó la ONU, Josefina es parte de esa realidad.

El resto, lo tiene que destinar para pasajes, alimentación y necesidades prioritarias como gastos de escuela de sus hijos y designar para que alguien los cuide mientras sale de trabajar.

Su alimentación la concentra en huevo, pollo y verduras. Ya no le alcanza para comprar un kilo de huevo, solo compra medio kilo por quincena. Busca generalmente comprar pollo, cómo alitas, mollejas y una que otra pierna, la pechuga ha quedado descartada de su dieta, reconoció la jefa de familia.

“Antes iba a los centros comerciales, ahora busco en qué tiendas dan más barato. La comida básica son las tortillas y hace chilaquiles, enchiladas, tacos dorados de zanahoria y muy rara vez compro carne de res porque un kilo cuesta casi 200 pesos”.

Comen mucho nopales, atún, comen tortas y lo que sea más económico, lo que esté de temporada.

«Buscó hacer las comidas económicas para poder tener dinero y pagar todo lo que necesita mi familia», señaló.

Es madre soltera y, como puede, sale adelante pues no ha podido acceder a trabajos mejor remunerados.

«Todo esto me pasó por ser pobre y no tener cerca a mis padres, tuve una mala pareja que me golpeaba y mejor cortamos para siempre. Hoy como obrera, no me queda de otra que luchar sola por mis hijos», finalizó.

Foto: Especial

Salarios no alcanzan contra altos precios

De cada 10 mexicanos, cuatro no pueden adquirir la canasta básica con el salario que están ganando actualmente, afirmó la diputada Leticia Zepeda, coordinadora del grupo parlamentario del PAN en la Cámara federal.

“La disminución del poder adquisitivo es una realidad lacerante, que lastima y aún más, la capacidad de compra del asalariado”, destacó.

Al respecto, el diputado federal José Antonio García García, dijo que la inflación se está incrementando de diferentes maneras, una de ellas y que está afectando gravemente el bolsillo de los mexicanos en algunos estados de la República, es por el crimen organizado porque controlan la distribución del producto en el mercado.

Además de la precarización del salario, las jornadas extenuantes y el estrés, el cansancio del trabajador también se atribuye a las distintas entre su hogar y la zona laboral, pues en las áreas urbanas y suburbanas como ciudad de México y la zona conurbada, se tiene que el trabajador invierte de ir de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, de 2.5 hasta 3.5 horas, aunque hay quienes invierten hasta 4.

Eso abona al cansancio del trabajador, a una disminución de su productividad y para que se tenga una buena salud del trabajador, física y mental, se tiene que tener mejoras salariales, señalaron especialistas en la materia.

En el Estado de México hay 710 mil trabajadores derechohabientes del Infonavit, precalificados, con créditos preautorizados.

Para estos trabajadores solo se tienen 9 mil viviendas, ni 1 por ciento, lo que abona a la problemática de los traslados. 

«No hay vivienda para los trabajadores, entonces, ¿en dónde piensa el gobierno que van a vivir?, comentó Jorge Galindo, especialista en Salud en el Trabajo.

El promedio de gasto en el transporte son 60 y 80 pesos, a parte de eso los tiempos, salen de sus casas a las 4:00 de la mañana para llegar a las 7:00 de la mañana.

“Están en una situación difícil, dónde por años el gobierno que tiene la política de movilidad, los ha descuidado. Los sindicatos nos ocupábamos de las mejoras sindicales cuando era su tiempo, teníamos lineamiento con la política oficial y eso a la larga no ayudó, pero ahora ya vemos las consecuencias», dijo 

Pero no es una sola problemática, como se destacó anteriormente, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico reveló que México es el país dónde los trabajadores dedican más tiempo a sus empleos.

Datos de 2019 señalan que el promedio laboral es de 2 mil 137 horas al año, mientras que otros países tienen mil 730 horas.

Lo que se complica por la economía informal, pues de cada 10 trabajadores, seis están en la economía informal y cuatro en la regulada, de estos, solamente tres tienen un plan de pensión.

Foto: Especial

TAR