El arte de la laudaría en la entidad se mantiene con vida

El señor Ricardo Cano González, lleva casi toda su vida dedicándose al arte de la laudaría, una artesanía musical

Ricardo Cano González, lleva casi toda su vida dedicándose al arte de la laudaría, una artesanía musical que consiste en la creación y reparación de instrumentos, principalmente de cuerda.

La cuál mantiene viva hasta ahora, no sólo desarrollándola, sino transmitiendo el conocimiento como maestro del Conservatorio de Música del Estado de México.

El maestro detalla que fue desde su adolescencia, cuando comenzó a desarrollar este oficio.

“Comencé con mis papá, el era violinista, y se veía en la necesidad de tener que arreglar su instrumento cuando se descomponía, después lo empezaron a visitar sus amigos y compañeros músicos por lo que comenzó a entrarle a la laudaría, yo siendo adolescente empecé a ayudarle”, menciona cano.

Detalla que el proceso artesanal es el que destaca, desde su perspectiva, pidiendo realizar instrumentos de mayor calidad en cuanto al sonido, más allá de su imagen, visión que ha tratado de inculcar en sus alumnos.

“En lo personal, el hacerlo todo manual es lo que a mi me ha dado resultados, y esa es la escuela que yo les inculco a mis alumnos, ya ellos decidirán si la continúan o no”, comenta el maestro.

A su vez relata que varios alumnos de la entidad se han podido colocar en escuelas del extranjero, principalmente de Alemania.

Puntualizando que en su enseñanza tienen la ventaja de poder aprender entre ellos, los principiante de los anclados, una oportunidad con la que él no contó.

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El arte de la laudaría

Por otra parte, menciona que este oficio ha cambiado, dividiéndose en la forma tradicional y la moderna, la última utilizando materiales preparados.

“La historia de la laudaría empieza con grandes maestros que hacían todo, desde escoger la madera, y me atrevo a decir que hasta rajar un rodal de madera, algo que hoy en día ya no lo hacemos y en la ladería, digamos que moderna, la madera ya viene preparada”, detalló el maestro.

También, reconoce que en México no se ha desarrollado del todo.

Teniendo que realizar algunas prácticas antiguas para la creación de sus instrumentos, lo que ha resultado ser un beneficio.

“En el caso del barniz, también ya lo puedes encontrar preparado en tiendas, aunque sólo en el extranjero, aquí no lo hay.

Yo lo que hago es que utilizo extractos de plantas o extractos de animales para poder colorear lo que hacían los grandes maestros, y afortunadamente, todo eso viene a intervenir en el sonido”, explica Cano.

Mencionó que la evolución de este oficio no ha sido del todo benéfico, considerando que al mantenerlo con un proceso artesanal, se tiene un mayor control del resultado.

“Llegó un punto donde los instrumentos se empiezan a hacer en serie en Alemania, muy bien hecho, porque había un laudero que dedicaba a realizar únicamente una parte, después comienzan ha hacerlos en fábricas, también bien hechos, pero nada como lo artesanal, porque la madera de debe tratar para no dañarla”, explicó el profesor del Concervatorio.

Finalmente, señaló que tiene como proyecto el poder realizar un cuarteto de instrumentos.

Donde el realice una copia de violines, viola y chelo que forman parte de la historia de la música, comenzando por dos replicas de Stradivarius.

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