El legado de Don Jesús

Diálogo en silencio

Hace unos días se conmemoró el trigésimo séptimo aniversario luctuoso de Don Jesús Reyes Heroles; el 19 de marzo de 1985 falleció el político de origen veracruzano que entre sus responsabilidades públicas destaca la de secretario de Gobernación, sin que las otras fueran menos relevantes.

Hubo recordatorios sobre esta efeméride, lamentablemente menores para un personaje de la talla de Reyes Heroles, sobre todo porque se trata del artífice de la primer reforma político electoral de gran calado en nuestro país, la del año 1977, cuando despachaba precisamente desde Bucareli.

Su legado debe estar presente en el análisis de lo que es hoy el sistema político, por el contexto y las circunstancias que se vivieron en esa época.

¿Cuál fue el antecedente de esa reforma política?

A manera de respuesta puede mencionarse que fue una elección de presidente de la República en el año 1976, con un candidato que compitió solo y ganó todo. Aunque las nuevas generaciones no lo crean así fue. José López Portillo y Pacheco participó como abanderado de los partidos Revolucionario Institucional, Popular Socialista y Auténtico de la Revolución Mexicana en la coalición “Alianza por la Democracia”, bajo el lema: “La Solución Somos Todos”.

De acuerdo con las crónicas de ese tiempo, un requisito interno en una asamblea impidió al Partido Acción Nacional postular candidato y las fuerzas políticas de la izquierda como el Partido Comunista y el Partido Femenino no tenían registro.

López Portillo obtuvo 16.4 millones de votos que representaron el 91.9 por ciento del padrón. Ya en el poder, el entonces presidente designó a Jesús Reyes Heroles como secretario de Gobernación.

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En el libro “Orfandad. El Padre y el Político”, escrito por su hijo Federico Reyes Heroles, se refiere esa designación ocurrida en diciembre de 1976 y recuerda que desde su estancia por el IMSS, su padre se lanzó por su cuenta a estudiar sistemas electorales y a imaginar cuál sería el más pertinente para México y sentencia “quién iba a imaginar que desde la dirección del IMSS se fraguaba una propuesta que debía ser consultada previamente con los opositores de todos los signos…después vinieron las consultas públicas en el Salón Juárez de la Secretaría de Gobernación y durante muchas semanas, por allí desfilaron opositores de todos los signos, intelectuales y académicos que expusieron sus puntos de vista”. 

Relata además que se presentaron muchas resistencias internas, pero el autor considera que afortunadamente el presidente López Portillo lo apoyó en lo que fue no sólo una reforma electoral, sino un cambio de coordenadas políticas que incluía la Amnistía.

Así se gestó la reforma electoral de 1977. Lo que conocemos actualmente como sistema de partidos políticos, difícilmente se habría podido construir sin esos cambios legales que facilitaron el acceso a la escena de distintas fuerzas políticas.

Esa reforma fortaleció el proceso de democratización del país.

Imagínese que fue en esa reforma cuando se introduce el sistema mixto de representación proporcional. 

Sin duda es un ejemplo de la causa y efecto del legado de Don Jesús.

@periodistamex