‘Evancito y el abuelo’, una historia de amor incansable

¡No hay nada qué no haría uno por los nietos!, esta es la historia de Raúl Díaz, quien escribió un libro titulado “Evancito y el abuelo”

¿Qué no haría uno por los nietos? ¡No hay nada qué no haría uno por los nietos!, esa frase queda clara luego de conocer la historia del señor Raúl Díaz, quien a lo largo de ocho años escribió un libro titulado “Evancito y el abuelo”. 

La razón que lo llevó a emprender este proyecto fue solo una:

Darle una mejor vida a su nieto Evan, pues está ilusionado de que este libro pueda alcanzar grandes ventas y con ello poder mejorar la vida de “Evancito”.

“Hice una narrativa o un libro, bueno, todavía no es un libro, podríamos decir que el molde porque hay que pulirlo, para mi ya lo es.

Yo en este tema no soy experto, pero con la ayuda de la gente preparadam vamos a sacar un buen material que esperamos se haga un bestseller”, señaló el abuelo.

“Evancito”,como siempre le ha dicho su amoroso abuelo, es un niño que en noviembre pasado cumplió 10 años de edad.

Mismos que ha vivido con cuadriplejia y ceguera a causa de una parálisis cerebral.

Aunque si se mira dentro de sus ojos, sólo hay alegría y el cariño con la que ha sido cobijado en su familia.

El señor Raúl, recuerda cómo fueron esos momentos de la llegada de su “tesoro”, como lo llama.

Los cuales por diversas circunstancias también estuvieron envueltos en incertidumbre.

¿Porqué surge Evancito y el abuelo?

Nace porque mi hijo se junta con su pareja y viene el niño, él nace prematuro, de seis meses, 29 semanas de gestación.

Tenía una anemia muy grave y no le dan esperanza de vida.

Tiene un paro cardiorrespiratorio de 3:48 minutos, entonces está muerto casi 4 minutos y revive gracias a las maniobras de los doctores, narró.

A su vez, recuerda que durante los siguientes meses permaneció en todo momento en las instalaciones de salud.

“Llega a cumplir sus 9 meses en el hospital, ¿qué secuelas iba a tener? Pues no sabíamos, hasta que empezamos a ver que había retraso psicomotor y todo eso.

Mi hijo y su pareja se pelean y nos lo dejan con una guarda y cuidado.

Es ahí donde empieza la historia del abuelo y empiezo a apelar a mi imaginación y memoria para escribir las cosas, el cómo fueron”, comenta el señor Díaz.

Relata que por esas épocas, hubo diversos obstáculos que fueron superados gracias al gran “motor” que ahora tiene, su nieto.

“Yo trabajaba para Luz y Fuerza y lo extinguen, me quedo sin trabajo, ya estás grande y no te dan trabajo en ningún lado y ahí dices

‘¡Qué está pasando!’ porque además me dio diabetes. Entonces abrimos un negocio y comenzamos a vender pambazo al horno”, recordó.

Entonces comenzó a ser un incansable compañero de Evan

Ahora como su tutor, mientras su padre continuaba sus estudios en busca de apoyar en casa.

“Yo empecé a llevar al niño al Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) y todo esto, ¡Y me he llevado unas vivencias!

El Papa Francisco conoció a ‘Evancito’, está en la transmisión del Vaticinio que es mundial, ahora si que como el Papa, Evancito es conocido mundialmente (dijo con tono risueño).

Y pues el abuelo que lo lleva también es partícipe”, platicó el autor del libro.

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Esta es solo una de las historias que retrata el libro, con una continua plática entre el abuelo y el niño, que a pesar de no poder hablar, se mantiene en constante comunicación con su familiar.

“Entonces esas vivencias que tengo en la vida me hacen ser un abuelo comprometido y hacer una narrativa de lo que me pasa.

A solo mi imaginación porque el niño tiene parálisis cerebral infantil, un cerebro atrapado un cuerpo, yo como abuelo me pregunto y le contesto”, comenta don Raúl.

Díaz señala que nunca se especializó en la narrativa literaria, sin embargo, lleva prácticamente toda una vida de afición a la escritura.

Lo que lo llevó a encontrar entre las páginas la mejor forma de manifestar su experiencia.

“Desde muy niño soy fan de la radio, hago mis comentarios, ya ves que te pedían que les escribieras y yo me volví muy fan desde un programa que se llamaba Rosa la más Hermosa y Pita la más bonita.

Entonces yo mandaba mi carta, aunque en el fondo no quería que nadie leyera lo que escribía, ahora es al revés”, recuerda.

Un día, fue a llevar los documentos de Evan a los programas de becas y al salir llegó a una fonda en la calle de Horacio Zúñiga.

Evancito y el abuelo: El proyecto

En donde conoció a una maestra con la que comienza a entablar una conversación que le motiva a emprender este proyecto.

“Esta maestra me enseñó un pergamino con pensamientos muy bonitos y me contaba que se lo regaló una persona que quería que todos los leyeran.

Yo le decía que me gustaría que la gente conociera la historia y las vivencias con ‘Evancito’, ella me motiva a hacer el libro.

La fui a buscar una vez a una fonda que tenía por la Alameda, pero ya estaba cerrada, solo sé que su apellido era Gente, pero quedo agradecido con ella porque me impulsó a ser este libro”, comentó con nostalgia el abuelo.

Ahora, siendo una realidad, espera que este pueda ser una herencia que le asegure una mejor calidad de vida a su amado nieto.

“Si yo logro dejarle algo a este niño por si algo me pasa, para mí va a ser importante y no solo a él.

Porque en este camino me he encontrado a gente con valía que necesitan motivación.

Es un ladrón que me vino a robar el corazón es mi tesoro y mi motor, la meta es que se logre valer por él mismo”, comentó.

Sin embargo, en el camino se ha encontrado que puede ser también una herencia para su comunidad, Santiago Miltepec.

Pues asegura que “hay gente con mucha valía que a veces todo lo que necesita es una motivación”.

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