Francisco Javier Chavolla Ramos recibió el Palio Arzobispal

Ante pandemia, hay que ver más allá de comodidad personal y el egoísmo, dijo

Ojalá demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, dijo el arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos, durante la Misa de Imposición del Palio Arzobispal.

Consideró necesario “que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces, más allá de las fronteras que hemos creado”

Ante la situación actual que se vive con la pandemia, dijo es necesario que la gente vea más allá de su comodidad personal y el egoísmo que les impide abrirse a ideales para llevar una vida más bella y digna.

Asimismo, reconoció que los feligreses necesitan guía y se comprometió a hacerlo al recibir el Palio Arzobispal.

“Este Palio simboliza a la oveja perdida, que somos cada uno de nosotros; la humanidad entera que pierde el camino y, al mismo tiempo, al pastor que lleva a esta oveja en sus hombros… es Cristo que jamás abandona a las ovejas, y aún en la situación más miserable va a buscarlas y no descansa hasta rescatarlas”, expresó.

Presentes en esta ceremonia estuvieron el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, obispos, sacerdotes, comunidad laica y familiares del arzobispo.

De igual manera estuvieron presentes el gobernador Alfredo del Mazo Maza, su esposa Fernanda Castillo de Del Mazo y el presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez.

El Palio es una banda de lana blanca en forma de collarín, adornada con seis cruces de seda negra. Es la insignia exclusiva de los arzobispos residenciales o metropolitanos.