“Fuego”, el luchador que unió el ring y los medios de comunicación

Fundó, junto con 20 compañeros, la Asociación de Periodistas del Valle de Toluca

Por más de 26 años, el mexiquense, Delfino Hernández Arzate, conocido también como «Fuego», dedicó su vida a dos de sus pasiones: la fotografía y la lucha libre.

Entre el ring y el visor de las cámaras forjó una carrera que lo llevó por diversas partes del estado y del país, además de crear un legado que continúan sus hijos. 

“La vida nos pone en lugares que a veces uno no cree, de niño tenía muchos complejos de inferioridad, era tímido, callado, pero a raíz de que quería superarme, de ser alguien en la vida, me fui abriendo puertas”.

“Fuego”, el luchador que unió el ring y los medios

Delfino aseguró que la vida abre puertas y senderos con destinos insospechados, pues durante 16 años aprendió y ejerció la albañilería, y aunque posteriormente lo dejó, desarrolló varias construcciones en Toluca e incluso su propia casa.

“De niño iba a la escuela, pero también tuve que trabajar, por eso mi hermano que era albañil me llevó de peoncito, estuve con él hasta los 16 años hasta que descubrí que quería volar solo y trabajé como albañil algunos años más”.

Fue hasta 1972 cuando comenzó a practicar la lucha libre en el centro deportivo Agustín Millán, donde conoció a su maestro, Arturo Contreras Jiménez, “El Suavecito”, quien lo guió a su primera lucha en San Pedro Totoltepec.

 “Esa fue mi bautizada, bajé todo ensangrentado, pero así era, entonces no me bajó los ánimos, seguí entrenando, luchando. En 1974 un promotor visitó el deportivo buscando nuevos elementos y nos llevó a la Arena Toluca, donde eligieron a tres, yo incluido”.

Antes de encontrar el personaje que marcaría su carrera, pasó por varios muy distintos como la Momia del Calvario, el Jorobado, el Hombre Simio, el Hombre Lobo, Piscis, la Cebra y después llegó Fuego, con el cual consolidó su estilo, reconocido entre sus seguidores.

Fuego

“Tardé un año haciendo el equipo, pero en ese momento iba a hacer Tláloc, pero uno de los reporteros de las revistas me dijo ‘está mejor Fuego’, y fue cuando cambié los colores de Tláloc a Fuego que surge en 1980”.

En este sentido, detalló que cada uno de los personajes que aparecía en su mente, él los materializaba en sus trajes, los cuales diseñaba y fabricaba, “estas máscaras que ves acá y en las fotos las hice yo, y todo el equipo, lo tenía que hacer yo”.

En 1976 conoció a Héctor Valero Meré, director de una de las revistas que más proyección le dio a la lucha libre: “Halcón”, quien fue fundamental en su paso de la lucha libre al fotoperiodismo, “él me proyecta para ir a luchar a Cuautitlán y un día lo visitó en la oficina de la revista y me presenta al director del periódico deportivo nacional ‘Estadio’ y me invita a trabajar en el periódico”. 

Una vida contra reloj, la agenda de una doble jornada

Fuego se enfrentó a personajes como el Santo papá e hijo, “como había sido mi ídolo imagínate la emoción, cuando viene el hijo del Santo a mí me mandan como fotógrafo y me dice el promotor “falta otro elemento”, fui por mis cosas y empiezo a calentar, en 10 minutos estaba listo, y que no me gana y que me aplauden y conseguí las fotos con mis compañeros”. 

Otros fueron Maquina Salvaje, Blue Panter y Negro Casas, luchado en San Luis Potosí, Durango, Zitácuaro, Acapulco, Guadalajara, Puebla, Tlalnepantla, Naucalpan y Toluca.

Fuego

El cansancio lo llevó a dejar de entrenar en 1987 “por querer hacer las cosas de joven, ya me cansaba, fueron muchas funciones”, pero en el 90 lo retomó y fue cuando formó su carrera de 11 años como Fuego.

“También cree mi último equipo llamado Camaleón, para desfogar el gusanito, y con un poco más de edad y falta de condición hacia mi sketch, muy diferente a lo que hacía como Fuego”. 

A la par, debía cumplir con los horarios de su trabajo como fotógrafo: luchar, bajarse del ring, quitarse la máscara, limpiarse la sangre y tomar su equipo fotográfico para cumplir con las órdenes del día.

“Después de cada lucha, aunque estuviera golpeado yo regresaba a trabajar, era una adrenalina muy fuerte, era un esclavo del reloj, para que el tiempo me alcanzara y que cumpliera”.

El papel de la fotografía 

Cuando lo invitan a trabajar al periódico Estadio, dijo que buscaba conocer algo nuevo “y les comenté que me gustaba la fotografía y empecé a aprender técnicas de laboratorio, como en esos años no había escuela de comunicación, ni de foto, todo fue en la práctica”.

Fue así que aprendió a revelar, encarretar, e imprimir blanco y negro, revelar transparencia o diapositiva, esa escuela duró 7 años, tiempo en que dominó el manejo de cámara de los diferentes modelos, empezó a tomar fotos y entonces le pidieron ser el fotógrafo en la revista con temática de deportes.

“No participé en ninguna capacitación de fotografía, todo lo aprendí con la práctica, hasta el 16 de febrero del 2016 me fui a una escuela para iniciados, y me preguntaron por qué participaba teniendo tantos años en la foto, les decía que, aunque sea empírico, necesito ordenar lo que conozco”.

De esa forma descubrió la parte teórica de su profesión “ahí nos dieron muchos temas, fueron tres días que pude ordenar lo que ya sabía, que era lo que me interesaba”.

Fuego

Después en la Asociación de Periodistas Gráficos, tomó un seminario en el que tres maestros lo capacitaron en el tema de foto digital “fue el primer contacto que tuve para tener un respaldo, ya que me tocó en ese tiempo aprender en la calle”.

Pero su formación no acabaría ahí, ya que también pasó por archivos fotográficos, tuvo dos columnas “Cámara Espía” y después “Mascara”, monitoreó radio noticias, fue miembro del equipo de prensa de campañas presidenciales y de gobernadores, fue jefe de fotografía, entre otros, y a la par también formaba su familia y su vida personal.

La política y la organización del gremio 

Con lo aprendido y la experiencia ganada con los años, Delfino se hizo de un nombre entre sus compañeros fotógrafos y reporteros, por ello recibió varios reconocimientos, menciones en medios de comunicación y espacios en diversos trabajos dentro de la política.

Mencionó que en 1983 fundó, junto con más de 20 reporteros, la Asociación de Periodistas del Valle de Toluca; 4 años después le dan el puesto de jefe de Fotografía en el área de Comunicación Social de la Cámara de Diputados del Estado de México.

En 1988 inicia labores dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y para 1993 participó en la campaña de Emilio Chuayffet; en 2004 llega a ser Tesorero de la Asociación de Reporteros Gráficos estatal y en 2012 ocupó la presidencia de la agrupación.

En el ámbito profesional trabajó en el Diario de Toluca, Periódico El Valle, El Heraldo de Toluca, Diario Amanecer, Notimex e incluso formó parte del equipo de prensa en la campaña de Enrique Peña Nieto. 

Herencia familiar

Reconoció que tanto la foto como la lucha libre le han dejado grandes satisfacciones, una de ellas es poder ver a sus hijos dedicarse a la fotografía de forma exitosa, saber que siguieron sus pasos e hicieron su vida con sus enseñanzas e ímpetu propio.

“Es una dinastía de fotógrafos, Lázaro está en la Universidad Autónoma del Estado de México; Víctor, en el Gobierno del Estado con Alfredo del Mazo Maza; Raymundo, está en la Secretaría de Salud y Julio César está en el DIF, todos ellos abarcan la profesión y todos están bien”.

Fuego

Sobre las nuevas generaciones 

Consideró que los jóvenes pueden ser impacientes y antes de caminar quieren volar, por lo que recomendó disciplina y constancia si se busca tener una carrera tanto en la fotografía como en la lucha libre. 

“Creo que los que queremos aprender le ponemos mucha disciplina a las cosas, ahora los que salen de la escuela piensan que ya saben todo, pero hay cosas que solo las aprendes con la experiencia que se gana con los años”. 

También mencionó que, aunque ya no es tan usado el método análogo, es importante conocer de todo, como a él, que le tocó la transición hacia lo digital.

“A muchos compañeros no les tocó el laboratorio, ahora hasta a mí se me ha facilitado la fotografía por la computadora, en aquel tiempo hacía fotomontajes con la ampliadora, siento que la tecnología avanza muy rápido, pero la experiencia y conocer desde las bases es importante”, finalizó. 

SPM

Un comentario

  1. Excelente reportaje, muy agradecido con quienes tuvieron la idea e hicieron una realidad esta publicación.