INE, entrampado nuevamente por presidencia del IEEM

Observatorio Electoral

El miércoles 20 de octubre la Comisión de Vinculación con los Organismos Públicos Locales del INE aprobó el proyecto para designar a la nueva consejera presidenta del IEEM. Igual que en abril pasado, cuando se incluyeron dos nombres para ser votados (Vanessa González y Gloria Morales) el proyecto que votará el consejo general del INE, el próximo martes, incluye dos personas: Jessica Rojas y Claudia Valdés, las mejor evaluadas y más apoyadas para ser finalistas.

Sin embargo, todo parece indicar que se repetirá el escenario anterior: que ninguna alcanzará los votos necesarios para obtener el cargo. Según la experiencia pasada, cuando se incluyen dos nombres es porque no hay consenso y no existe la mayoría necesaria para su designación. Todo apunta a que el concurso del Estado de México será declarado desierto, algo inédito en todo el país. Será la primera ocasión que ocurra dos veces y de manera consecutiva. ¿Por qué?

Una causa es el tipo de concursos que el INE ha venido aplicando desde 2014. En lugar de atraer a los mejores perfiles, los aleja. Las pruebas a las que el INE somete a los concursantes han terminado por ahuyentarlos. Por ejemplo, el examen de conocimientos privilegia los conocimientos jurídicos por encima de todos los demás. Esta tendencia se refuerza en cada concurso: en 2014 tres de los siete consejeros designados eran egresados de otras carreras; en 2017 y 2020 solo fueron nombradas personas abogadas para ocupar los seis cargos vacantes. Actualmente todas las consejerías del IEEM son ocupadas por egresados de Derecho: cinco mujeres y un hombre.

Otro problema es el ensayo, una parte muy subjetiva del concurso, que se presta a muchas interpretaciones. Por ejemplo, en 2014 una concursante que era parte del Sistema Nacional de Investigadores, con una obra vasta y probada capacidad de escribir, fue reprobada en esa etapa; en cambio otros sin ese perfil acreditaron la prueba. 

En este segundo concurso de 2021 destaca que en la etapa de ensayo haya sido eliminada una de las finalistas del primero, Vanessa González, pesar de que en el anterior fue la única que obtuvo una calificación de excelencia. 

En este segundo ensayo los tres evaluadores calificaron su ensayo como “regular”. ¿Será posible que alguien pierda la capacidad de escribir en unos cuantos meses, o de plano se puso en práctica la subjetividad y mala fe de los evaluadores o administradores del concurso?

Respecto a las entrevistas, no hay mucho qué decir. Es un formato que se presta a que los aspirantes intenten lucirse e inventen respuestas que no estén relacionadas con su trayectoria profesional ni con la realidad. No se aprecia mucha utilidad para decidir con base en ellas. Son una mera formalidad. Los entrevistadores saben que los criterios finales son fundamentalmente políticos y que generalmente las designaciones son producto de negociaciones.

En síntesis, si no sucede algo extraordinario de aquí al martes, el segundo concurso para nombrar a la nueva consejera presidenta del IEEM está destinado al fracaso. Si eso ocurre, el INE tendrá que pensar en otro tipo de concurso para atraer a los mejores prospectos a ese cargo y no a la burocracia electoral de siempre, por lo general muy sumisa con los poderosos. Es necesario que ya se nombre a una persona que fortalezca la autonomía del IEEM y acabe con la injerencia permanente del gobierno estatal en los asuntos comiciales. La ciudadanía mexiquense merece elecciones íntegras.

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