La receta secreta

Ana Liza en Línea

Por María Elena Álvarez Sánchez

¿La receta secreta será suficiente para que México cambie de pastel? Hoy en día todos los partidos políticos saben que el país está muy polarizado y que tienen que ceder espacios y hacer muchas negociaciones para que les toque una rebanada.

El mismo Morena busca alianzas, pese a que hoy está en el poder y tiene “casa llena”, casi todos los congresos estatales y también el Congreso de la Unión, lo cual les ha permitido hacer y deshacer, a gusto del presidente AMLO, lo que quieran con las leyes mexicanas.

El Estado de México no es la excepción y, si no, pregúntele al gobernador Alfredo del Mazo qué se siente gobernar con el Congreso local en contra de todo lo que él dice, aun cuando se ha subordinado al mandatario nacional.

Entre las consecuencias está que, por primera vez en la historia de la entidad, poderes del Estado y ayuntamientos empezaron el año sin presupuesto asignado y que, después de muchas peripecias, finalmente se lo autorizaron a como ellos quisieron, y todavía se los agradeció.

Bueno, pues para evitar esta situación, en donde a los que no van con Morena los han ninguneado, al grado de mejor sumarse a ellos en la cámara -¿verdad PRI? Para recordar qué se siente mayoritear- los partidos políticos han decidido unirse para hacer un nuevo pastel del que participen más, a fin de quitarle el poder a los morenistas. Un nuevo frente común para recobrar algo de poder.

La receta secreta es unirse varios, aunque en nada comulgue su ideología, y que incluso sean rivales históricamente, como dice el PAN; que van de extremo a extremo y de derecha a izquierda.  Pues casi para terminar el lunes, tanto PAN como PRI, anunciaron que se unirán, con el fin de rescatar a México de Morena. Cabe señalar que con ellos va el PRD también, la raíz de Morena, el que abanderó a AMLO y ahora fue el más desairado en su gobierno.

Muchas han sido las decepciones y muchas las humillaciones a los partidos políticos ajenos a Morena, incluso sus aliados satélite, a quienes piensa pisar y desaparecer de todos los ayuntamientos por la ley aprobada de reducción de ediles, que, por cierto, aún están en espera de la resolución de la Suprema Corte de Justicia.

Esta unión podrá representar una batalla más pareja en las próximas elecciones, cuyas precampañas ya están en pleno y terminan el 16 de febrero, pero no significa que tienen ganada la partida. Del otro lado también hay unión, y aunque ya no habrá “efecto AMLO” en las boletas, el peso político aún es mucho. La triunfadora alianza Juntos Haremos Historia está en pie, ahora en el Estado de México; Morena, PT y NA también afilan sus armas rumbo al proceso electoral 2021 porque no están dispuestos a perderlo a sólo tres años de haber probado las mieles de ser el partido en el poder.

El secreto, para ambas alianzas, está en ceder espacios al interior de las precampañas para ganar espacios arriba, lo cual no suena fácil; el jaloneo estará en su máximo y ahora habrá fuego amigo y fuego enemigo, pero, de lograr conciliar diferencias, realmente podrán lograr algunos de sus objetivos, por lo menos tener un congreso local y federal más parejo, donde pueda haber una discusión seria para poder votar leyes que realmente mejoren a México y no sólo garantice el piso plano perpetuar a un partido en el poder.

No olvidemos los que van solos, que de antemano llevan desventaja pero que si logran convencer, tendrán un triunfo de oro, hablo del PVEM, del PES, de los independientes, Movimiento Ciudadano, RSP y Fuerza México.

La moneda está en el aire y el proceso electoral 2021 ya arrancó, veamos qué nos depara el destino y a quién le toca la rebanada más grande del pastel.