Lo perdido I

Con singular alegría

Hoy es un día cualquiera. Así en Monterrey un calor fuera de serie, aunque esté nublado. Sin embargo, con todo y bien ir y venir de mucha gente muy, muy joven, les digo porque estoy cerca del Tec de Monterrey, hay mucha gente verdaderamente acongojada. 

El día 9 de abril estaban buscando unos padres a su hija de nombre extraño y bonito y apenas la encontraron en una cisterna qué, dicen, olía espantoso. 

Buscaron como locos por todos lados, sus padres lo último que supieron de ella fue una fotografía que mandó un taxista o un manejador de Didi o Uber tomada a las 4:30 de la mañana en la carretera. 

Está chiquita salió de una fiesta porque salió con sus amigas y decidió irse a tomar un taxi para que la llevara a su casa. No tenía más de 17 años, sí tenía una vida llena de esperanza de miles de cosas por hacer.

Me imagino a los papás que estuvieron buscándola, a la gente cercana, inclusive la policía y la inteligencia de este estado con un pastor alemán peinado en todas las zonas. Otra y otra hasta que por fin cerca de donde no la dejaron, en un hotel, fue encontrada porque olía muy mal.

Yo no sé sí en este momento de vida existen valores y virtudes del ser humano. Lo que sí sé es que con lo convulsionada que está la República mexicana de norte a sur y de este a oeste es muy difícil que alguien deje salir a sus hijos a esas horas de la madrugada. Pero es más difícil que los hijos lo entiendan y hagan caso. 

Así, muchas chicas mujeres han sido violadas o han desaparecido para después encontrar sus cuerpos enterrados en un lugar muy extraño y lejano de dónde fueron vistos por última vez. Pero también esto es para los muchachos, hombres, mujeres, niños y ancianos, todo lo que a usted se le puede ocurrir en la vida. 

Las cosas no están bien y es muy triste qué en el lugar en donde estoy en este momento, ese lugar de mis antepasados, Monterrey, más que querido, amado, 60 ando estás situaciones tan dolorosas.

Yo no puedo saber si es la culpa de los padres, si es la culpa de no haberles inculcado a los hijos virtudes y valores, si es la culpa de la delincuencia organizada, si es la culpa de la gente que se aparece por nuestro camino, los tiene envidia, si es la culpa de toda una sociedad entera que no entiende lo que es centrarse en una conciencia del máximo valor del ser humano que es la vida y rescatarnos cómo los seres perfectos e inteligentes que somos.

Porque si decimos que somos la imagen y semejanza de un Dios todopoderoso, qué tristeza ponernos enfrente del espejo y saber que somos verdaderamente una porquería. Solo a un ser humano verdaderamente funesto, puede ocurrirle descuartizar a alguien e ir a tirarlo a una cisterna.

Valores o no, somos seres humanos con alma, voluntad e inteligencia, y así debemos de caminar por la vida.

Olvide usted y el amor que a nadie se le ocurre nadie tiene, pero no pierda la conciencia de sus actos. Somos el más perfecto ejemplo de Dios.

gildamh@hotmail.com