Mole de Ocoyoacac, tradición gastronómica ancestral

El mole de Ocoyoacac es considerado acervo estatal por la preparación, la cual es tan tradicional como el propio platillo, en el que cocineras de la comunidad acostumbran a utilizar alrededor de 20 ingredientes que unen de forma artesanal.

Jovita Montes, es una de las cocineras tradicionales de la zona, en donde las porciones pequeñas no tienen cabida, por lo que la preparación debe comenzar desde temprano.

“Mucha gente hace este platillo, pero ahora se compran las pastas, lo que le da el valor a lo que nosotros hacemos: la preparación completamente a mano, artesanal».

“Es algo que se disfruta mucho en las celebraciones, fiestas patronales, también ahora con las fiestas de diciembre. Hay que levantarse y comenzar desde las 7, por mucho 8 de la mañana, para que esté listo en la comida, pero hay que tener los ingredientes desde un día antes”, mencionó la cocinera.

Es primordial contar con los insumos previamente porque se muelen completamente a mano.

“La forma artesanal lleva más de 20 ingredientes, algunos de ellos son el plátano macho, pan, tortilla, galleta, almendra, nuez, piñón y cacahuate».

“Nosotros le ponemos un poquito de manzana para que espese un poco, la tortilla y la cebolla tatemada, también chocolate, piloncillo, salsas y frutos, que es lo principal”, dijo Montes.

Entre tostar, moler y el uso del barro en sus instrumentos de preparación, la cocinera asegura que se logra un sabor único y diferente que caracteriza a Ocoyoacac.

“La sazón de cada persona es diferente, todos son buenos y son ricos, y creo que eso te lo da que todo lo prepara uno mismo, se tiene más el control de que tan tostado quieres el chile o que tan espeso quiere que quede».

“Además, el cocinar con barro siempre es diferente, alguna vez vinieron unos chefs y nos explicaron que cambia el sabor dependiendo del material en que cocine uno”, comentó la cocinera tradicional.

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Señaló que el formar parte de la tradición es motivo de orgullo, lo que provoca el gusto por realizar el platillo, asegurando que el estado de ánimo influye en el resultado.

“Para uno es motivo de orgullo el mantener esta tradición, ahora sí que, desde la raíz, todo natural, todo a mano, pero lo más importante es el gusto por hacer las cosas, dependiendo el estado de ánimo es el sabor que le vas a dar y hay que entender que el mole es un platillo sagrado desde nuestro ancestros”, concluyó.

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DMM