Nadie está exento

Dobleces


Filiberto Gallardo Castañeda

El mensaje es dramático. El doctor Antonio Domínguez, quien labora en el Hospital General de México, uno de los más grandes de América, dice en un video que circula en redes sociales que ese hospital está en semáforo rojo.

Eso significa que el número de internamientos ya los rebasó y “estamos volviendo a niveles de mayo pasado”.

Dice el doctor Domínguez que, si eso sucede en el Hospital General de México, ya nos podemos imaginar los que está pasando en el resto del país. Advierte que el mes de diciembre se caracteriza por las fiestas, las reuniones, los festejos familiares.

Y recomienda quedarse en casa, no salir, usar en todo momento la sana distancia y señala que el uso de cubrebocas es imprescindible.

El manejo de las vacunas, asegura, está muy lejos de convertirse en algo rutinario. Y remata: “estamos viviendo un foco muy importante que puede afectarnos a todos. Nadie está exento y el número de fallecimientos es cada vez mayor.

Sí, el mensaje puede parecer alarmista, amarillista, pero las cifras oficiales no mienten. Al cierre del domingo había un millón 250 mil 44 contagios confirmados y el número de defunciones llegó a 113 mil 953 personas, con un total de 86 mil confirmados activos y 390 mil 587 sospechosos acumulados.

Extraoficialmente se sabe que todos los hospitales Covid-19 en el Estado de México están saturados, aunque las autoridades digan lo contrario. Los trabajadores del personal médico y de enfermería acusan cansancio, angustia, mucho desgaste y además ya están hartos de usar su dinero en la compra de insumos y equipo de protección.

Y mientras eso sucede en los hospitales, en le calle la gente sigue de fiesta. El sábado las fiestas guadalupanas se dejaron escuchar en todas partes, sobre todo en las zonas rurales. En todos los pueblos del Valle de Toluca la música exhibía a los fiesteros y nadie se atrevió a mandarlos a sus casas. Ahí tenemos un fuerte nido de contagios que seguramente saldrán a la luz a fines de este año.

No nos queda más que cuidarnos, encerrarnos y salir sólo a lo más indispensable, siempre guardando las debidas precauciones.