Por Covid-19 nueva era literaria

En épocas de pandemia es importantísimo preservar, digitalizar y difundir libros y colecciones

En medio de la contingencia sanitaria en la que sigue inmerso gran parte del mundo actualmente, diversas instituciones buscan preservar sus colecciones literarias, sabedores de que los textos son la herencia del pasado, que el libro explora el proceso de comunicación y las palabras son acervos culturales de las comunidades y de la humanidad. 

Así se determinó en el ciclo internacional “Una cita en la Biblioteca Nacional de México: actualidad y porvenir de la historia del libro y la edición tras la pandemia”, organizado por el Programa Historia del Patrimonio Documental Mexicano, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La importancia de preservar los libros.

Durante la charla virtual, Pablo Mora Pérez-Tejada, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, destacó que preservar los textos en este momento es prioritario, así como la digitalización y difusión de los libros y las colecciones periódicas.

“Estoy seguro que los humanos superaremos la actual crisis de salud. Creemos que los libros son, con mucho, la mejor y menos costosa vacuna”, destacó el también investigador.

Para Pablo Avilés, coordinador del ciclo de charlas, explicó que los textos son la herencia del pasado y los documentos la elección del historiador. A lo largo del tiempo las colecciones de éstos representan la producción editorial, hemerográfica, documental de nuestra historia, por lo que es necesario reflexionar sobre su organización y su dispersión.

Páginas de la historia que deben conservarse.

“Como si se tratara del negativo de una fotografía la historia de estas colecciones incluyen no sólo la historia de su adquisición y la de su organización, sino también la historia de su dispersión, ausencia y éxodo; es la historia de una diáspora cuyas huellas constituyen también la historia de nuestro patrimonio”, comentó el investigador.

El ciclo de charlas permitió analizar el estado que guarda el ámbito de las ediciones, y los estudios del libro en la comunidad internacional, a fin de que sirva como base para contribuir a la comprensión de la historia.

En estos encuentros participaron expertos de las universidades de París, Complutense de Madrid, de Cambridge y de Barcelona, entre otras.