Rosca de Reyes, tradición que no se pierde

A pesar de las medidas de contingencia hubo una gran demanda de este producto

La partida de rosca de reyes es una gran tradición en México y este 6 de enero, a pesar de la contingencia sanitaria, hubo una gran demanda.

Hay de diversos sabores, rellenas, sin ate, con azúcar o ligeras, por mencionar algunas.

Las panaderías se preparan desde el primer día del año para poder cubrir toda la demanda que se inicia desde el 5 de enero; sin embargo y debido a las condiciones sanitarias y económicas actuales, este año varías de ellas redujeron la cantidad de roscas que se hicieron.

“Normalmente hacemos cerca 150 roscas de diversos tamaños, pero la venta ha bajado y lo vemos hasta con el pan, así que este año sólo haremos 100 y más pequeñas esperando que se vendan porque no habrá reuniones grandes y se espera que sólo sean familiares”, aseguró Antonio Carrillo Moreno, dueño de una panadería tradicional de Toluca.

Este año también aumentó la oferta de roscas caseras que se entregan a domicilio, debido a que la pandemia ha dejado sin empleo y con problemas económicos a muchas personas.

“Mi esposo se quedó sin trabajo y mi mamá me enseñó a hacer pan y roscas desde que era pequeña, así que decidimos venderlas para este Día de Reyes Magos y pudimos vender 20, así que eso ya nos ayudará a cubrir algunos gastos”, expresó la señora Alejandra Hernández Muñoz.

Los precios van desde 100 pesos hasta 400 pesos, dependiendo el tamaño, si las quieren rellenas y en ocasiones hasta la cantidad y calidad de Niños Dios que contienen.

El día en que los reyes conocieron al niño Jesús, se le denomina como Epifanía y la Iglesia Católica justamente celebra este acontecimiento el 6 de enero y es por esta razón que desde hace muchos siglos se acostumbra partir la rosca este día.

Los significados son muchos, pero se dice que la forma ovalada de la rosca simboliza el amor de Dios, sin un principio ni fin. Las frutas como el ate simbolizan las joyas de los reyes que significan amor, paz y felicidad. El haba la cambiaron por una figura del niño Jesús, que en el pasado estaba elaborada de porcelana.

El niño Dios se coloca en el interior de la rosca y simboliza cuando José y María escondieron a Jesús de Herodes.

En México se tiene la tradición que a quien le sale el niño Dios, se convierte en madrina o padrino del niño y deben llevarlo a bendecir a la iglesia y festejar el acontecimiento con tamales y atole el 2 de febrero, cuando se celebra el Día de la Candelaria.