Tonatiuh Gómez: sin límites en la danza

El bailarín mexiquense Tonatiuh Gómez, muestra de perseverancia y talento

En el Día Internacional de la Danza, 29 de abril, Tonatiuh Gómez, primer bailarín del Ballet de San Diego, es un claro ejemplo que lo que uno ama y anhela nunca es tarde para conseguirlo; se inició de manera tardía en la danza, a los 22 años, lo que le obligó a romper muchas barreras, pero ha logrado figurar a nivel internacional. 

Nacido en la capital mexicana pero residente mexiquense desde los 10 años, el joven toluqueño además se ha enfrentado al reto de que por ser hombre muchas veces es cuestionable que baile ballet, y más en un país como México, donde existen paradigmas.

“Yo no creo que los retos sean muy diferentes a los que todos los bailarines y la mayor parte de los artistas se enfrentan en el medio, obviamente hay muchos paradigmas sociales y de género de un hombre bailando ballet y que demanda a veces, el tipo físico que tienes, la figura, que al final cuenta”, dijo. 

Al haberse iniciado ya mayor generó en él cierta presión, ya que sabía que debía obtener resultados y logros más pronto de lo habitual, pero a su vez eso sirvió para poner más empeño, pero físicamente enfrentó retos importantes, “cuando estás chiquito es más fácil moldear tú cuerpo, trabajar con el estrés, o una lesión y batalle mucho con eso”, añadió. 

Decidió migrar a tierras regiomontanas para ingresar a la Escuela Superior de Música y Danza, y su disciplina le permitieron querer comenzar una aventura en el extranjero.  Salir de su país fue uno de los más grandes desafíos, “te topas con lo que hay en el mundo, el nivel es más fuerte, tienes que destacar más que si estás con personas de aquí para que tú puedas tener un lugar. Otra es la parte emocional, las vocecitas que a veces te están comiendo la cabeza, unas te hablan positiva o negativamente”.

Tras audicionar en diferentes compañías con prestigio mundial, Tona se decidió a llegar a la de San Diego por diferentes circunstancias, la cercanía con México, parte de su familia reside en el país americano, “y justo me contacta el director porque el primer bailarín de la compañía se había retirado y se abrió un lugar, obviamente no me dijo que llegaba como primer bailarín”

Llegó a hacer El Libro de la Selva e interpretar a Mowgli, gracias a que rompe con el estereotipo de los americanos, alto y rubio; él es latino y mide apenas 1.70 m, además recibió muchas criticas positivas incluso de Hollywood y así se inició su carrera de primer bailarín con otras importantes obras como El Cascanueces, Alas, obras de contemporáneo y neoclásico, lo que lo ha permitido participar en galas tanto en México, Estados Unidos y en Oriente. 

Todo este transitar le ha dado el bailarín mexicano ese gusto por compartir sus conocimientos y experiencias, es así que con ayuda de otras personas creó su fundación, la cual lleva su nombre, donde el objetivo es apoyar a bailarines, profesionales y amateurs.