Ubican en Edomex “triángulo rojo” de “Gaschicol”

Villa del Carbón, Jiquipilco, Jocotitlán, Morelos, Chapa de Mota, Ixtlahuaca, Jocotitlán y Atlacomulco, concentran el mayor número de casos de robo de gas

Mientras Petróleos Mexicanos (Pemex) mantiene reservada la información sobre la ruta de sus gasoductos por el territorio mexicano, al parecer los grupos delincuenciales conocen a detalle aquellos puntos en los que pueden extraer Gas Lp, con mayor o menor riesgo, para llevarlo al mercado negro.

Proveniente del Golfo de México, la infraestructura de la paraestatal de gas y gasolina, atraviesa por al menos 28 municipios de la entidad, pero de acuerdo con un cerco elaborado por la paraestatal donde registra el más alto índice de tomas clandestinas de Gas Lp, son ocho las localidades en donde ubica lo que llaman el “Triángulo rojo” de Gaschicol o Huachigas, como popularmente se le ha denominado a este ilícito.

Villa del Carbón, Jiquipilco, Jocotitlán, Morelos, Chapa de Mota, Ixtlahuaca, Jocotitlán y Atlacomulco, en el límite con el estado de Hidalgo, serían los puntos predilectos de las bandas delictivas y carteles que han incursionado en esta modalidad en los últimos años.

El delito afecta a instalaciones de Pemex, pero también a los empresarios que distribuyen el hidrocarburo en todo el país, como lo ha denunciado insistentemente la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros A.C. (AMEGAS).

Según un informe expuesto por la Asociación el pasado 11 de enero, el Estado de México es la tercer entidad con mayor cantidad de grupos criminales que operan contra las terminales y gasoductos, las cuales son custodiadas todos los días, las 24 horas, para hacer el trasiego del hidrocarburo para después venderlo al público en general. 

El consejero de la AMEGAS, Rafael Vela García, detalló que estos grupos operan con dinámicas que van, desde el robo de una pipa de gas para después ser clonada, hasta la construcción de “plantas” o Estaciones de Servicio con permisos falsos y normatividad inexistente, con todos los documentos “clonados” y el respaldo de algunas marcas “registradas” que no pertenecen al grupo.

“Desgraciadamente estamos frente a un problema grave, que pone en riesgo el trabajo de empresarios, de colaboradores y la estabilidad de familias enteras, al dejar y solapar que estos grupos se involucren con la población, regalándoles cosas y aprovechándose de su necesidad, donde le quitan al sector privado que paga impuestos, y le dan a un sector que les genera una narco cultura, una cultura de la muerte”, indicó.

Estos grupos delictivos, estimó, se concentran en la zona norte del estado, donde su operación y distribución está regida por “alianzas” de algunas gaseras que, según datos que les fueron proporcionados por la Fiscalía General de la República (FGR), están bajo carpetas de investigación y varias denuncias directas a los “gerentes” y “directores” de estas supuestas gaseras.

La Asociación señaló a Gas Padilla, UniGas, SandroGas, Gas Cero y Gas Montara, como las principales marcas donde se han detectado indicios, mediante operativos y pruebas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), y que han derivado en carpetas de investigación que los señalan como grupos de gaschicoleo.

Y es que, a decir de AMEGAS, el robo de hidrocarburos y su  comercialización ilícita han impactado severamente en las condiciones de seguridad pública, porque está vinculada a otras conductas delictivas que afectan gravemente la vida de las comunidades y centros de población, no  sólo por la forma peligrosa y violenta en que se comete, sino por la  complejidad  de la red para distribuir el combustible robado.