Vertiginosa carrera de vacuna vs Covid-19

Diálogo en silencio

Entre las varias lecciones que ha dejado a la humanidad la pandemia por el Covid-19, destaca una en positivo: la aportación de la ciencia para encontrar de una manera rápida la vacuna para contrarrestar el temible virus del SARS-CoV-2.

Crisis dramáticas que se viven en otras latitudes como en la India, nos llevan a concientizarnos aún más y no caer en excesos de confianza para cuidarnos, incluso ya vacunados.

Relajar las medidas es arriesgado. El uso de cubrebocas; el lavado constante de manos; la sana distancia, han llegado para mantenerse por un rato más, aún cuando varias entidades federativas hayan avanzado en el Semáforo Epidemiológico, como el caso del Estado de México que se encuentra en color amarillo desde hace ya tres semanas.

Un punto favorable en medio de esta problemática sanitaria, tiene que ver con la aplicación de la vacuna. Quienes hemos tenido la oportunidad de recibir el biológico, podemos certificar la tranquilidad que representa la aplicación.

Las vacunas contrarrestan la mortalidad. Son 28 enfermedades que ocurren en los seres humanos que se previenen con la vacunación, como lo son entre otras, la poliomelitis, el rotavirus, la influenza, sarampión o la viruela, ésta última erradicada vía vacuna en 1980.

Pero, qué hay detrás de esas vacunas: una carrera vertiginosa de la ciencia para tener listos los biológicos que permitan ir restando letalidad al Coronavirus que apareció el 30 de diciembre del 2019.

Las cifras relacionadas con esta enfermedad avanzan de manera acelerada. De acuerdo con la Secretaría de Salud, el 12 de mayo de 2020 habían fallecido en nuestro país, ocho mil 313 personas; un año más tarde el número de víctimas por el Covid-19 rebasa los 236 mil 864 muertos.

En el curso “La cobertura sobre la vacuna para la Covid-19, lo que los periodistas deben saber”, impartido en línea a través de Knight Center y realizado en alianza con la Unesco, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y financiado por la Unión Europea, se da cuenta que los trabajos para lograr la vacuna comenzaron en enero del año anterior por Pfizer/BioNtech y 10 meses después se logra su aplicación; en otros casos esos pasos tardarían hasta 10 años, según la BBC.

Hay otros registros que señalan que para obtener las vacunas pasan hasta 15 años para obtenerla desde su primer concepto hasta su aprobación en distintas fases y distribución. Aunque en el caso de la que se aplica para las paperas ese proceso se llevó a cabo en cuatro años.

Afortunadamente para el caso del Covid-19, ha sido vertiginosa la carrera para contar con la vacuna.

En nuestro país superan 19 millones las vacunas aplicadas al menos en una primera dosis y avanzan los grupos poblacionales a los que se les suministran.

Esperemos que la cronología del Covid-19 sea aún trascendente por los avances de la ciencia que permitan un mayor acceso al biológico.

Valga desde este espacio un reconocimiento al personal de Salud y logístico que participan en estas jornadas de vacunación que pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.

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ASME